domingo, 26 de abril de 2015

APARATO LOCOMOTOR: HUESOS, MUSCULOS Y ARTICULACIONES. 


El cuerpo humano es la estructura física y material del ser humano. Un adulto tiene 206 huesos, mientras que el de un recién nacido está formado por cerca de 303 huesos ya que algunos, sobre todo los de la cabeza, se van fusionando durante la etapa de crecimiento.




Sistema Oseo.
El esqueleto es el armazón de la anatomía humana que soporta el cuerpo y protege sus órganos internos. El esqueleto está formado por 206 huesos, la mitad de los cuales se encuentran en las manos y en los pies. La mayoría de los huesos están conectados a otros huesos en articulaciones flexibles que permiten la gran movilidad y flexibilidad del cuerpo humano.
Los esqueletos del hombre y de la mujer son básicamente iguales, con la única gran excepción de que los huesos femeninos suelen ser más ligeros y finos y que la pelvis es más ancha y profunda que la del hombre.




Sistema Muscular.
El cuerpo humano contiene más de 650 músculos individuales fijados al esqueleto, que posibilitan el  movimiento. Estos músculos constituyen alrededor del 40% del peso total del cuerpo. El punto de unión del músculo con los huesos o con otros músculos se denomina origen o inserción. El punto de origen es el punto de unión en el que se fija el músculo al hueso. El punto de inserción es el punto de unión con el hueso hacia el que se mueve el músculo. Generalmente, los músculos están unidos por resistentes estructuras fibrosas denominadas tendones. 






Sistema nervioso.
El sistema nervioso del cuerpo humano se encarga de enviar, recibir y procesar los impulsos nerviosos. El funcionamiento de todos los músculos y órganos del cuerpo depende de estos impulsos. Es posible distinguir 3 sistemas trabajan conjuntamente dentro sistema nervioso: el central, el periférico y el autónomo.
El sistema nervioso central es el encargado de emitir impulsos nerviosos y analizar lo sdatos sensoriales, e incluye el encéfalo y la médula espinal.
El sistema nervioso periférico tiene la misión de transportar los impulsos nerviosos a y desde las numerosas estructuras del cuerpo.
El sistema nervioso autónomo esta formado por los sistemas simpático y parasimpático, y que e encarga de regular y coordinar las funciones de las partes vitales del cuerpo.
De todos estos elementos, el encéfalo es el más importante del sistema nervioso. El encéfalo está situado en la cavidad del cráneo. Sin su membrana protectora más externa, la duramadre, el encéfalo pesa aproximadamente 1,4 kilogramos, representando el 97% de todo el sistema nervioso central. El encéfalo está conectado al extremo superior de la médula espinal (que está comunicado con el cráneo a través del agujero mayor o foramen mágnum) y es el responsable de emitir impulsos nerviosos, procesar los datos de estos impulsos y de parte de los procesos mentales de orden superior. El encéfalo se puede dividir en tres partes: cerebro, cerebelo y tronco cerebral, que se une a la médula espinal. El tronco cerebral también se puede dividir en médula oblongata o bulbo raquídeo, mesencéfalo y protuberancia.






Sistema cardiovascular.
Para que el cuerpo se mantenga con vida, cada una de sus células debe recibir un aporte continuo de alimento y oxígeno. A la vez, debe recogerse el dióxido de carbono y otros materiales producidos por estas células para eliminarlos del cuerpo. Este proceso lo realiza continuamente el sistema circulatorio. El sistema circulatorio principal está formado por el corazón y los vasos sanguíneos, que juntos mantienen el flujo de sangre continuo por todo el cuerpo transportando oxígeno y nutrientes y eliminando dióxido de carbono y productos de desecho de los tejidos periféricos. Un subsistema del sistema circulatorio, el sistema linfático, recoge el fluido intersticial y lo devuelve a la sangre. El corazón bombea sangre oxigenada desde los pulmones a todas las partes del cuerpo a través de una red de arterias y ramificaciones más pequeñas denominadas arteriolas. La sangre vuelve al corazón mediante pequeñas venas, que desembocan en venas más grandes. Las arteriolas y las vénulas están unidas mediante vasos más pequeños aún denominados metarteriolas. Los capilares, vasos sanguíneos del grosor de una célula, se ramifican desde las metarteriolas y luego se vuelven a unir a estas. El intercambio de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre tiene lugar en esta red de finos capilares. Un adulto por término medio tiene unos 96.540 Km. de vasos sanguíneos en su cuerpo.






Sistema respiratorio.
El sistema respiratorio es el responsable de aportar oxígeno a la sangre y expulsar los gases de desecho, de los que el dióxido de carbono es el principal constituyente, del cuerpo.
Las estructuras orgánicas que lo componen son: boca y nariz; faringe, donde los órganos respiratorios especializados se bifurcan: la laringe; la tráquea; los bronquios, que se ramifican en los bronquiolos, los cuales albergan a los alvéolos. Estos últimos ya dentro de los pulmones. 

Sistema digestivo.
El sistema digestivo tiene la función de procesar el alimento, separando las proteínas, los hidratos de carbono, los minerales, las grasas y otras sustancias que necesita el cuerpo, e introducirlo todo en la corriente sanguínea de modo que lo pueda utilizar el cuerpo. 



Sistema endocrino.
Todos los órganos del sistema endocrino son glándulas. Son diferentes del resto de las glándulas porque liberan sustancias químicas, conocidas como hormonas



Sistema genitourinario.
El sistema genitourinario está formado por los órganos urinarios y reproductores. Dado que estos órganos están situados en el mismo área del cuerpo y comparten las mismas funciones, normalmente se tratan juntos. 








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